El día martes 20 de junio en el Vaticano, durante la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos, se emitió por unanimidad el juicio positivo sobre el ejercicio heroico de las virtudes cristianas, la fama de santidad y los signos del Siervo de Dios Antonio de Almeida Lustosa, SDB (1886-1974) Arzobispo de Fortaleza.

Se analizo también toda la trayectoria de la Causa y su relevancia, como siguiente paso el Cardenal Marcello Semeraro Prefecto del Dicasterio, someterá a la aprobación del Papa Francisco las conclusiones de dicha Sesión así como la petición de que su santidad confirme la opinión expresada los Miembros del Dicasterio en vista de la promulgación del Decreto de Venerabilidad del Siervo de Dios Antonio de Almeida Lustosa.

El inicio del proceso de la Investigación Diocesana sobre el cardenal Antonio de Almeida inicio el 14 de agosto de 1993 y concluyo el 14 de agosto de 2014

Este siervo de Dios nació el 11 de febrero de 1886, en São João del Rei, municipio del estado brasileño de Minas Gerais, en Brasil, hijo de una familia adinerada dedicada a la agricultura, si bien burgueses sus padres era devotos cristianos y de ellos aprendió el espíritu de sacrificio y el valor del trabajo.

Al cumplir 16 años Antonio ingresó al Colegio Don Bosco en Cachoreira do Campo, donde poco a poco se identifico con el carisma y tomo la decisión de hacerse salesiano. Él destacaba por su agudeza intelectual y su compromiso con la vida religiosa.

En 1912 cumplidos los 26 años fue ordenado presbítero. Se le confío la obediencia de ser maestro de novicios. Posteriormente se le designo como Director de la obra salesiana de Lavrinhas, donde fue responsable de formar a aspirantes salesianos y estudiantes de filosofía y teología, también instruyó a muchos clérigos en el apostolado salesiano, animando a las parroquias y oratorios vecinos.

 Para 1925 se apreciaban tanto sus cualidades pastorales y de hombre de Dios que se le exhortó aceptar el nombramiento como obispo de Uberaba, una diócesis constituida en su mayoría por trabajadores y mineros. Solicitó que su consagración obispal fuera el 11 de febrero, fecha que le recordaba la presencia de Nuestra Señora en su vida.

Para su sorpresa se encontró el seminario diocesano prácticamente vacío por lo que se dio a la tarea de promover las vocaciones, tras un año de labor intensa logró motivar y reunir a 30 nuevos seminaristas.

Procuro los marginados, y enarboló la justicia social. Tras poco más de cuatro años fue transferido a Corumbà en Mato Grosso, extenso y difícil territorio para la evangelización.

Tras dos años fue nombrado arzobispo de Belém do Parà, enorme diócesis del Norte, donde trabajo arduamente con su ya conocida generosidad por 10 años.

En 1941 se le confió el territorio de Fortaleza, capital del estado de Cearà, donde siguió promoviendo la justicia social por 22 años con la política del padre nuestro y del "Da mihi animas" de Don Bosco, convencido de que la evangelización implica restituir la dignidad de la gente y familias pobres, se dedicó a edificar clínicas y el hospital “San José”, las escuelas populares y gratuitas y fundo los clubes de trabajadores, entre los muchos servicios sociales inició la tarea de distribuir sopa a los más necesitados

Procurando el cuidado de almas promovió la creación del Pre-Seminario, del Santuario de "La Virgen de Fátima", incluso incursionó en la promoción de los medios de comunicación con la creación de la estación de radio "Asunción

Promovió la fundación de la Congregación de " los josefinos", para que atendieran a las familias de zonas rurales, religiosos presentes en diversas provincias brasileños.

Este siervo de Dios es considerado un prolífico escritor –al igual que Don Bosco- abordó muy diversas áreas y temáticas: espiritualidad, filosofía, teología, literatura, hagiografía, geología y botánica. Además era un reconocido artífice pues obra suya son las vidrieras de la catedral de Fortaleza.

Para 1963, se retiró a la Casa Salesiana en Carpina, ahí vivió quince años y hasta que Dios le llamó el 14 de agosto de 1974, hoy descansa en la Catedral de Fortaleza.

(Fuente: ANS)