Proseguimos nuestro avance en este camino cuaresmal en el cual intentaremos reducir nuestra huella ecológica a la luz de los pasajes del Evangelio de cada día, durante este tiempo de gracia y de conversión, hoy 4º Domingo de Cuaresma, 19 de marzo de 2023 arrancamos la semana con el Evangelio de Juan en el que se nos habla de la curación del ciego de nacimiento.

Como objetivo para esta semana nos planteamos intensificar con nuestras obras la luz que ilumina, incluso a los que fingen no entender.

Cuaresma Eco-Espiritual 2023, de camino a la Pascua.

Fecha

Evangelio

Compromiso

19/03/2023

¿Crees en el Hijo del Hombre?

(Jn 9,35)

EL DOMINGO DEL CIEGO DE NACIMIENTO. Las obras de Jesús manifiestan una nueva luz. Nadie está condenado, porque nadie ha nacido para pecar, sino para que las obras de Dios salgan a la luz. Él es la Luz del Mundo para que los pasos de la humanidad no vaguen en las tinieblas, sino que vuelvan a caminar por las sendas del bien.

EN ESTA SEMANA INTENSIFICAMOS CON NUESTRAS OBRAS LA LUZ QUE ILUMINA INCLUSO A LOS QUE FINGEN NO ENTENDER

20/03/2023

¡José, no temas!

(Mt 1,20)

Como José, encontramos el valor para ir contracorriente, para ser siempre testigos valientes de Dios con nuestra vida. Hoy, animémonos a comprar productos alimentarios respetuosos con el medio ambiente, leyendo en las etiquetas la procedencia y la naturaleza de los ingredientes.

21/03/2023

¿Quieres sanar?

(Jn 5:6)

Señor, sana nuestros cuerpos y almas de los deseos de posesión y consumo que enferman al mundo y a los seres vivos.

22/03/2023

El Hijo por sí mismo no puede hacer nada.

(Jn 5:19)

Ni siquiera nosotros solos podemos hacer nada para salvar el planeta: todos estamos en el mismo barco y nadie se salva solo, como repite el Papa Francisco. Que el Señor nos guíe y nos mantenga unidos en nuestras acciones para salvaguardar la creación.

23/03/2023

Te conozco: no tienes el amor de Dios en ti. (Jn 5:42)

Seamos portadores del amor de Dios, lámparas en la oscuridad, sal que da sabor a la comida, voces en el desierto que traen buenas nuevas y esperanza.

24/03/2023

No he vuelto en mí.

(Jn 7:28)

Cada uno de nosotros tiene una misión: Dios nos envía a cada uno tareas que -si nos abrimos a la escucha- descubriremos. Dejémonos guiar por los pasos del Señor.

25/03/2023

No temas, María.

(Lc 1,30)

Digamos también nuestro Sí al Bien, a la Belleza, a la Paz, para que sean redescubiertos y devueltos a toda la Creación.

 

‘El hombre que se llama Jesús…’ (Jn 9, 11)

Liturgia de la Palabra

Primera Lectura

David es ungido como rey de Israel.

Del primer libro de Samuel (1Sam 16, 1. 6-7. 10-13)

En aquellos días, dijo el Señor a Samuel: ‘Ve a la casa de Jesé, en Belén, porque de entre sus hijos me he escogido un rey. Llena, pues, tu cuerno de aceite para ungirlo y vete’.

Cuando llegó Samuel a Belén y vio a Eliab, el hijo mayor de Jesé, pensó: ‘Éste es, sin duda, el que voy a ungir como rey’. Pero el Señor le dijo: ‘No te dejes impresionar por su aspecto ni por su gran estatura, pues yo lo he descartado, porque yo no juzgo como juzga el hombre. El hombre se fija en las apariencias, pero el Señor se fija en los corazones’.

Así fueron pasando ante Samuel siete de los hijos de Jesé; pero Samuel dijo: ‘Ninguno de éstos es el elegido del Señor’. Luego le preguntó a Jesé: ‘¿Son éstos todos tus hijos?’. Él respondió: ‘Falta el más pequeño, que está cuidando el rebaño’.

Samuel le dijo: ‘Hazlo venir, porque no nos sentaremos a comer hasta que llegue’. Y Jesé lo mandó llamar.
El muchacho era rubio, de ojos vivos y buena presencia. Entonces el Señor dijo a Samuel: ‘Levántate y úngelo, porque éste es’. Tomó Samuel el cuerno con el aceite y lo ungió delante de sus hermanos. A partir de aquel día, el espíritu del Señor estuvo con David.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 22 (Salm 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6.)

R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas.

R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.

R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.

R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Segunda Lectura

Levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios (Ef 5, 8-14)

Hermanos: En otro tiempo ustedes fueron tinieblas, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como hijos de la luz. Los frutos de la luz son la bondad, la santidad y la verdad. Busquen lo que es agradable al Señor y no tomen parte en las obras estériles de los que son tinieblas.

Al contrario, repruébenlas abiertamente; porque, si bien las cosas que ellos hacen en secreto da vergüenza aun mencionarlas, al ser reprobadas abiertamente, todo queda en claro, porque todo lo que es iluminado por la luz se convierte en luz. Por eso se dice: Despierta, tú que duermes; levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 8, 12)
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida.

R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO

Fue, se lavó y volvió con vista.

Del santo Evangelio según san Juan (Jn 9, 1-41)

En aquel tiempo, Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento, y sus discípulos le preguntaron: ‘Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego, él o sus padres?’. Jesús respondió: ‘Ni él pecó, ni tampoco sus padres. Nació así para que en él se manifestaran las obras de Dios. Es necesario que yo haga las obras del que me envió, mientras es de día, porque luego llega la noche y ya nadie puede trabajar. Mientras esté en el mundo, yo soy la luz del mundo’.

Dicho esto, escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, se lo puso en los ojos al ciego y le dijo: ‘Ve a lavarte en la piscina de Siloé’ (que significa 'Enviado').

Él fue, se lavó y volvió con vista. Entonces los vecinos y los que lo habían visto antes pidiendo limosna, preguntaban:
‘¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?’. Unos decían: ‘Es el mismo’. Otros: ‘No es él, sino que se le parece’. Pero él decía: ‘Yo soy’. Y le preguntaban: ‘Entonces, ¿cómo se te abrieron los ojos?’. Él les respondió: ‘El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos y me dijo: 'Ve a Siloé y lávate'. Entonces fui, me lavé y comencé a ver’. Le preguntaron: ‘¿En dónde está él?’. Les contestó: ‘No lo sé’.

Llevaron entonces ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaron cómo había adquirido la vista. Él les contestó: ‘Me puso lodo en los ojos, me lavé y veo’, Algunos de los fariseos comentaban: ‘Ese hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado’. Otros replicaban: ‘¿Cómo puede un pecador hacer semejantes prodigios?’. Y había división entre ellos. Entonces volvieron a preguntarle al ciego: ‘Y tú, ¿qué piensas del que te abrió los ojos?’. Él les contestó: ‘Que es un profeta’.

Pero los judíos no creyeron que aquel hombre, que había sido ciego, hubiera recobrado la vista. Llamaron, pues, a sus padres y les preguntaron: ‘¿Es éste su hijo, del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?’. Sus padres contestaron: ‘Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo es que ahora ve o quién le haya dado la vista, no lo sabemos. Pregúntenselo a él; ya tiene edad suficiente y responderá por sí mismo’. Los padres del que había sido ciego dijeron esto por miedo a los judíos, porque éstos ya habían convenido en expulsar de la sinagoga a quien reconociera a Jesús como el Mesías. Por eso sus padres dijeron: 'Ya tiene edad; pregúntenle a él'.

Llamaron de nuevo al que había sido ciego y le dijeron: ‘Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador’. Contestó él: ‘Si es pecador, yo no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo’. Le preguntaron otra vez: ‘¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?’.

Les contestó: ‘Ya se lo dije a ustedes y no me han dado crédito. ¿Para qué quieren oírlo otra vez? ¿Acaso también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?’. Entonces ellos lo llenaron de insultos y le dijeron: ‘Discípulo de ése lo serás tú. Nosotros somos discípulos de Moisés.

Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero ése, no sabemos de dónde viene’.

Replicó aquel hombre: ‘Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero al que lo teme y hace su voluntad, a ese sí lo escucha. Jamás se había oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder’. Le replicaron: ‘Tú eres puro pecado desde que naciste, ¿cómo pretendes darnos lecciones?’. Y lo echaron fuera.

Supo Jesús que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: ‘¿Crees tú en el Hijo del hombre?’. Él contestó: ‘¿Y quién es, Señor, para que yo crea en él?’. Jesús le dijo: ‘Ya lo has visto; el que está hablando contigo, ése es’. Él dijo: ‘Creo, Señor’. Y postrándose, lo adoró.

Entonces le dijo Jesús: ‘Yo he venido a este mundo para que se definan los campos: para que los ciegos vean, y los que ven queden ciegos’. Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: ‘¿Entonces, también nosotros estamos ciegos?’. Jesús les contestó: ‘Si estuvieran ciegos, no tendrían pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado’.”

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.