Han transcurrido 170 años, desde que San Juan Bosco, el 8 de febrero de 1852, estableciera el primer contrato de aprendizaje, con motivo de este hecho histórico los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxiliadora, los formadores del CNOS (Centro Nacional de las Obras Salesianas) y el CIOFS (Centro Italiano de las Obras de la Mujer Salesiana) reafirmaron el valor del aprendizaje, de la formación en el trabajo y la formación dual.

Para muchos historiadores aquel texto redactado y creado por Don Bosco, es considerado el primer contrato de trabajo moderno, adelantándose a los actuales acuerdos educativos de formación para el trabajo, resulta un documento inspirador para los formadores contemporáneos pues incluye una relación formalizada entre un patrón, el obrero, la familia del aprendiz y el docente.

Hace notar la vigencia de la propuesta pedagógica de la experiencia y alternancia de la escuela-trabajo, en un contexto protegido y en estrecha colaboración con los centros de formación. Perspectiva europea del sistema dual donde se da una cercana cooperación entre las instituciones de formación y las empresas, lo que permite a los jóvenes desarrollar habilidades en los espacios reales y les vincula directamente permitiendo su inserción en el mundo laboral.

Las experiencias Italianas como CNOS-FAP y CIOFS FP, permiten esta vinculación académica-laboral donde los jóvenes maduran, se insertan en la realidad laboral y social, favoreciéndoles, por ejemplo, en su conocimiento de la seguridad laboral, la ecología y protección ambiental, con la colaboración de tutores de las empresas. Así se confirma, después de 170 años, como la propuesta de Don Bosco sigue siendo tan actual y revolucionaria hoy, como lo fue en su tiempo. Permitiendo desarrollar itinerarios educativos que permiten establecer perfiles de egreso que se confronta en temas de interés público y social, como sucede hoy en la Universidad Salesiana de México como en los talleres y centros de capacitación salesianos para el trabajo.