El pasado 29 de septiembre de 2024, junto con la cruz misionera, el joven Daniel, de República de El Salvador, Inspectoría de Centroamérica (CAM), fue entrevistado por la Agenzia iNfo Salesiana (ANS), él recibió el mandato de operar en la Circunscripción especial de África del Norte (CNA), con el reto de ser contemplativo en la acción en un contexto no cristiano, pero con la oportunidad de crear un ambiente de amistad y familiaridad.

Entrevista:

¡Hola, Daniel! Preséntate…

Me llamo Daniel Armando Núnez Silva, tengo veintinueve años, soy de El Salvador y provengo de la Inspectoría salesiana “Divino Salvador” (CAM) de Centroamérica.

¿Qué te inspiró a elegir ser misionero?

Mi inspiración para ser misionero se remonta a la infancia y adolescencia, cuando formaba parte del movimiento de la infancia misionera (IAM) y de la juventud misionera (JUMI), donde fui formado en la fe y en la misión diaria; pero fue solo cuando comencé mi formación en la Congregación Salesiana que sentí la llamada de Dios a la misión ad gentes.

¿Estás feliz con el lugar al que vas? ¿Tienes miedos o preocupaciones con respecto al nuevo lugar, la cultura y la gente?

Estoy muy feliz con la llamada de Dios a ser salesiano de Don Bosco y siento una profunda gratitud y humildad por la llamada específica a ser misionero salesiano en la Circunscripción especial de África del Norte (CNA) para compartir la fe, vocación, cultura y vida.

¿Cómo reaccionaron los miembros de tu familia, amigos y hermanos cuando les hablaste de tu vocación misionera?

Esta llamada fue una sorpresa para muchas personas cercanas a mí (familia, amigos, hermanos) porque discerní en silencio y en oración, en la vida cotidiana y con acompañamiento espiritual, pero encontré apoyo, ánimo y oración por parte de todos ellos.

¿Cuáles son tus planes y sueños para tu vida misionera?

Mi intención es continuar ofreciendo mi vida salesiana para la construcción del Reino de Dios, con todos mis dones y mis limitaciones, y compartir más radicalmente mi fe en una tierra donde la mayoría de la población es musulmana, pero donde, en un ambiente de amistad y familiaridad, podemos vivir los valores del Evangelio, según el carisma de Don Bosco.

¿Tienes algún modelo de gran misionero cuyo estilo de vida quisieras seguir?

Desde que estaba en la IAM y en la JUMI, mis referentes misioneros son san Francisco Javier y santa Teresa del Niño Jesús, y en ellos encuentro el modelo de misionero que quiero seguir cultivando, según nuestra espiritualidad salesiana: “contemplativo en la acción”.

¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes respecto a la elección y vocación misionera?

Invito a todos los jóvenes que sienten en su corazón una inquietud misionera, a no tener miedo de descubrir y responder con generosidad, con un “sí”, a la llamada de Dios, porque Él no abandona a quien ha llamado y lo capacita para responder más radicalmente a la misión específica que le encomienda. Son ciertas las palabras del profeta Isaías: “No temas, yo estoy contigo”