Los días 7 y 8 de mayo de 2024, en las instalaciones del Centro de Formación Pastoral del Santuario Parroquial de María Auxiliadora, tuvo lugar la Reunión de Directores de la Inspectoría de México-México, presidida por el Padre Inspector Ignacio Ocampo Uribe, y secundado por miembros del Consejo Inspectorial entre ellos el Padre Carlos Barbosa Castillo, Vicario Inspectorial
De acuerdo a las Constituciones Salesianas ”El inspector y el director, como animadores del diálogo y la participación, guían el discernimiento pastoral de la comunidad, para que camine unida y fiel en la realización del proyecto apostólico.” (C 44), además “El director representa a Cristo que une a los suyos en el servicio del Padre. Está en el centro de la comunidad, como hermano entre hermanos, que reconocen su responsabilidad y autoridad. Su primera incumbencia es animar a la comunidad, para que viva en la fidelidad a las Constituciones y crezca en la unidad. Coordina los esfuerzos de todos, teniendo en cuenta los derechos, deberes y capacidad de cada uno. Tiene también responsabilidad directa para con cada hermano. Le ayuda a realizar su vocación personal y lo sostiene en el trabajo que le está confiado. Extiende su solicitud a los jóvenes y los colaboradores, para que crezcan en la corresponsabilidad de la misión común. En las palabras, en los contactos frecuentes y en las decisiones oportunas, es padre, maestro y guía espiritual. (R 42.48)” (C 55)-, por su parte el Consejo Inspectorial ‘(...) ayuda al inspector en todo lo referente a la animación y al gobierno de la inspectoría. Lo convoca y preside el inspector. Está formado por el vicario, el ecónomo y, ordinariamente, por tres o cinco consejeros. (R 155.159.160)’ (C 164).
Durante los dos días que duro la reunión oraron, compartieron los momentos de formación, de profundización y analizaron la realidad sociopolítica y cultural incluso jurídica del contexto de las presencias y las obras que le competen atender en el país, a la luz del magisterio de la Iglesia, de la misión y educativa y pastoral salesiana. Analizaron los marcos de la formación y orientación de sus destinatarios en sus diversos ambientes, desde la perspectiva de la doctrina social de la Iglesia; la pastoral juvenil salesiana y los valores humanos y cristianos, de modo que cada destinatario logré ejercer con autonomía a la vez con sentido de comunidad, iluminados por el ideal de Don Bosco, de formar una conciencia e identidad en cada joven, formando y/o feligrés como verdaderos cristianos y que sean capaces de testimoniar desde el carisma salesiano la honesta y comprometida ciudadanía.
Todo ante un contexto social que se revela complejo, saturado de problemas como la violencia, la delincuencia, el narcotráfico, la migración interna y externa de familias enteras, el desplazamiento social, las ideologías no humanistas, la cultura del descarte, la exaltación innecesaria de la tecnologías etc. a las que se debe responder con iniciativas concretas iluminadas por la esperanza, basada en los principios cristianos y civiles desde una marco integral de formación, que reúna de manera armónica, respetuosa con el ser humano, su procesos y desarrollo, sus derechos, y ofrezca respuestas y alternativas concretas y permitiéndose el análisis crítico pero a la vez la acción propositiva que destaque la fe en Jesús Resucitado.
Ayudados con elementos como los facilitados por la Iglesia, las realidades locales el dialogó profundo con los fieles y destinatarios, la formación del pensamiento crítico responsable y comprometido, el asesoramiento de reales estudiosos y profesionales del nuestras realidades, los directores siguieron en un ambiente sereno y fraterno sus trabajo a favor de las comunidades que les corresponde animar.
Además, a las 4:45 de la tarde del día 7 de mayo participaron del la Misa de “cuerpo presente” por el eterno descanso del estimado Padre Leopoldo de Jesús Ballesteros Rico y que presidió el Padre Inspector.