De acuerdo a fuentes de Vatican News y de la Agencia INfo Salesiana de Noticias ANS cinco congregaciones incluidos Jesuitas, Salesianos, Salesianas, Misioneras de la Caridad y las Hermanas Ursulinas, integran una red en Addis Abeba, Capital de Etiopía, en la coordinan conjuntamente sus acciones pastorales, educativas, de corte social y de gestión de formación para el trabajo en el proyecto ‘Fondo Global de Solidaridad’ (GSF, Global Solidarity Fund por sus cifras en inglés) (Fuentes: Vatican News y ANS)

Este proyecto de redes de colaboración intercongregacional, se creó para a favorecer de las poblaciones más necesitadas que integran diferentes tipos de extractos demográficos: desplazados tanto de zonas urbanas como rurales, migrantes locales como extranjeros, deportados tras intentar su emigrar a otras naciones (Arabia Saudita, Yemen, Europa etc.), refugiados internos por conflictos bélicos recientes y de otros países de la región, tanto varones como mujeres, embarazas, niños en situación de calle, incluso se atiende a menores adictos a inhalantes, o que se ha visto obligados a prostituirse.

Joven que participa en la formación para el trabajo (Fotografía Vatican News)

Cada orden, congregación y/o instituto religioso católico establece y comparte vinculación a redes de benefactores de diversos sectores: empresarial, inversionista, filantrópico, gubernamental y de organismos internacionales

Esta comunidad integrada por diversas obras que administran los religiosos y religiosas ya ha beneficiado - especialmente a población etíope- con diversas alternativas tanto sanitarias y de salud, alimentarias, de desarrollo socio económico, cultural o de formación o técnica etc. para el acceso al trabajo, hasta la independencia laboral y autoempleo, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus destinatarios.

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Por ejemplo: las salesianas ofrecen diversos cursos orientados al trabajo en el Colegio “Mary Help of Christians” (diseño de moda, informática cocina etc.). Los salesianos del Centro Infantil Don Bosco, (Don Bosco Children) ofrecen formación en tapicería, producción de muebles y diseño gráfico; esta comunidad la dirige el padre Yohannes Menghistu. Por su parte el padre Angelo Regazzo, ecónomo de esa comunidad, forma parte del programa de primer contacto denominado ‘Ven a ver’, está tan comprometido en su labor de acoger a los chicos que lo necesiten, que hace las veces de chofer de un minibús con el que recorre las calles para convocar y recoger a niños en situación de calle, migrantes y desplazados.

Las redes y vinculación empresarial del proyecto piloto permiten a los salesianos, además de extender certificación de habilidades para el trabajo, ofrecer acceso al mercado laboral remunerado, o que sus egresados tengan más facilidades para emprender un negocio propio.

El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) es responsable de la formación empresarial, orientación al autoempleo y la acogida de los refugiados, entre otras acciones que realizan quienes integran este consorcio.

El Padre Petros Berga director del GSF orienta los objetivos a que esta iniciativa a sistematizarse integralmente de modo que tenga una sede de coordinación centralizada, que a la vez conformará un centro de acogida único. Con ayuda del arzobispado católico de Addis Abeba y de la catedral de la Natividad de la Santísima Virgen María, se dispuso de un terreno y otros elementos para que todo desemboque en la creación del centro “San Juan Pablo II”, el cual ofrecerá en un futuro nuevos cursos de producción multimedia, tecnología de paneles solares, asistencia domiciliaria y enfermería.