El Centro ‘Don Bosco Makululu’, cerca de la ciudad de Kabwe, Zambia, limítrofe a la mayor zona de asentamientos informales de ese país, lleva esperanza y educación que brinda alternativas en un entorno que es conocido por la extrema pobreza, el abuso del alcohol, la prostitución y gran mortandad derivada de enfermedades como el VIH/SIDA. Por eso, muchos niños y jóvenes huyen de sus familias o son abandonados en la calle.
Desde el 12 de abril de 2022 Día Internacional de los Niños de la Calle 'Missioni Don Bosco', la Procura Misionera Salesiana de Turín, impulso un proyecto de ayuda para la misión salesiana de Makululu, que garantizó comida, hospitalidad, atención médica y apoyo psicológico a cerca de 90 niños.
Un año después, el padre Michael Wzietek, misionero salesiano polaco, director y ecónomo de la misión salesiana local, remitió el informe del proyecto: los salesianos de la comunidad han conseguido continuar las actividades de identificación, acogida y ayuda a numerosos niños y chicos de la calle de la zona.
Gracias a la solidaridad internacional, ha sido posible sufragar:
- Los gastos de todo el personal
- Las necesidades básicas de los jóvenes recién acogidos en el centro: ropa, comida, atención médica y apoyo psicológico.
Además los menores acogidos siguieron un curso de alfabetización y formación y, cuando las condiciones lo permitieron, los jóvenes fueron acogidos en un curso de reagrupación familiar.
Otra actividad muy valiosa fue la llamada ‘asistencia de proximidad’, es decir, una intervención realizada dos veces por semana útil para un futuro camino de reinserción.
Los Salesianos de la comunidad de Makulu, reportaron que:
- 50 niños que duermen en las calles de Kabwe
- 100 visitan la ciudad para mendigar y hacer pequeños trabajos.
El padre Wzietek afirmó que: ‘Los niños que han superado con éxito el proceso de reagrupación familiar siguen otro camino, (…) se les visita con regularidad, y durante este periodo proporcionamos a los padres una especie de 'asesoramiento' para concientizarlos de la importancia de la paternidad y de los peligros de que los niños vivan en la calle, de modo que se haga todo lo posible para evitar que el niño vuelva a abandonar a su familia y su hogar’.
La reintegración familiar con lleva muchos retos, mismo que los salesianos han experimentado, sin embargo, el padre Wzietek, junto con todos los salesianos y colaboradores laicos, no tiene dudas: ‘Continuaremos con las numerosas actividades de apoyo a los niños más vulnerables, ¡y estamos contentos con los resultados obtenidos hasta ahora! Gracias a todos los que nos han apoyado'.
(Fuente: ANS y Missioni Don Bosco)