Digno ejemplo de presentar es el Padre Attilio Stra, SDB misionero salesiano piamontés quien trabaja en Haití el se encuentra entre los más resilientes religiosos en esa nación pues por 40 años ha sido testigo del cada deterioro del país, tanto por los aspectos políticos, religiosos, culturales, económicos y sociales que influyen esa realidad como por los fenómenos naturales como terremotos y tifones que han devastado la Isla; ha visto de primera mano las crisis sanitarias alimentaras y energéticas que no hayan respuestas a favor la población afectada.
La causa y el efecto de cada uno de estos momentos extremos residen en la ausencia de una autoridad gubernamental capaz de organizar el socorro, así como de garantizar una administración normal. Cuando los antiguos invasores fueron sustituidos por gobiernos estadounidenses, la dependencia de potencias lejanas y de gobernantes locales corruptos que ha dejado varado al país en niveles que es casi imposible de mejorar la situación general en casi cualquier nivel.
‘Haría falta un milagro para salir de esta maraña de pobreza, violencia, criminalidad y condicionamientos externos’, confiesa el Padre Stra. Y él sabe un par de cosas sobre milagros: durante el terremoto de magnitud 7, del 12 de enero de 2010 -que también afectó gravemente a las estructuras salesianas, matando a más de trescientos niños, jóvenes y educadores- sobrevivió al derrumbe de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENAM - École Nationale des Arts et Métiers), la primera casa salesiana en Haití, fundada en 1935.
A pesar todo el Padre Stra nunca ha pensado en abandonar que es su segunda patria, por el contrario con sus cerca de 70 hermanos salesianos y sus colaboradores, se esfuerza por reproducir pequeños ‘milagros’ cotidianos en las trece obras salesianas de Haití.
(Fuentes: ANS y www.missionidonbosco.org )