El pasado 29 de septiembre el padre Giuseppe Nicolussi, falleció en Ancona, Italia, ‘salesiano de la Ratio’ como le conocían, sus exequias fueron celebradas el 1º de Octubre, en la Basílica del Sagrado Corazón en Roma, presidió la ceremonia luctuosa el Rector Mayor p. Ángel Fernández Artime Roma, dado el aprecio e importancia de la figura del Padre Nicolussi la ceremonia fue muy concurrida, ésta fue transmitida en tiempo real a través de redes sociales llegando al mundo entero.
El Rector Mayor expresó:'Queremos celebrar en la fe la vida de nuestro queridísimo Don Giuseppe... La belleza de su personalidad, su simpatía, su profundidad y su humildad como verdadero Hijo de Don Bosco'. A continuación, se hizo un resumen de la trayectoria vital y salesiana del P. Nicolussi.
En la homilía de la misa intervinieron el P. Ivo Coelho, Consejero General para la Formación, el P. Pascual Chávez Villanueva, Rector Mayor Emérito, y el P. María Arokiam Kanaga, Superior de la Visitaduría de la UPS.
El Rector Mayor subrayó rasgos del p. Nicolussi: ‘un gran creyente, un gran sacerdote salesiano, un excepcional Hijo de Don Bosco, un gran hombre de la Congregación’.
Explicó cómo su pasión por los estudios y la formación nunca estuvo separada del amor típicamente salesiano por los pobres e invitó a todos los presentes a superar el dolor humano por la separación de su querido hermano con la luz de la fe en Jesucristo que venció la muerte. Citó artículo 54 de las Constituciones Salesianas: ‘Para el salesiano, la muerte está iluminada por la esperanza de entrar en la alegría de su Señor. Y cuando ocurre que un salesiano muere trabajando por las almas, la Congregación ha conseguido un gran triunfo’.
Ya para concluir la celebración, el p. Chávez Villanueva con quien había trabajado durante muchos años, mencionó 5 rasgos particulares de la personalidad del Padre Nicolussi: humildad, estuvo siempre al servicio de la Congregación y del prójimo, dedicación a las tareas encomendadas, inteligencia y fraternidad.
El p. Nicolussi nació el 19 de octubre de 1938 en Bolzano, Italia. En 1954 ingresó al noviciado en Albaré, hizo su primera profesión el 16 de agosto de 1955. Siendo muy joven fue enviado como misionero a Chile, ahí concluyó sus estudios de teología. Fue ordenado sacerdote en Chile el 28 de agosto de 1965, por S.E.R. Cardenal Raúl Silva Henríquez, SDB
Estudio el doctorado en Teología Dogmática en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, graduándose con los mayores honores. Regresó a Chile donde fue designado como docente y formador del Teologado Salesiano del Barrio de Lo Cañas en la ciudad de Santiago de Chile y de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica.
Fue Vicario Inspectorial, de 1978 a 1984 fue Inspector de Chile. En 1988 el entonces Rector Mayor Egidio Vigano le designó como redactor de la nueva ‘Ratio’ y de las Nuevas Constituciones Salesianas.
De 1988 a 1990 fungió como Director del Teologado de Lo Cañas, en Santiago de Chiles.
1990: durante la celebración del XXIII Capítulo General de La Sociedad fe San Francisco de Sales (9 de marzo s 5 de mayo de 1990), el p. Giuseppe fue electo Consejero General para la Formación.
1996: El p. Nicolussi fue confirmado como Consejero General para la Formación.
2002-2008: Fue nombrado Superior de la Visitaduría de la UPS.
2008-2015: Fue Director de la Casa Generalicia Salesiana.
Desde el 2015 trabajó como confesor de la comunidad de estudiantes de Teología ‘Ceferino Namuncurá’, en la obra ‘Gerini’ en Roma, donde también fue muy apreciado por su paternidad, humildad, piedad y servicio pastoral.
El Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, afirmó sobre él, el día de su partida: ‘El padre Nicolussi fue un hombre de gran fe y humanidad, salesiano y religioso ejemplar, que hizo una contribución fundamental a la formación de la Congregación. Su gran y generoso corazón, como verdadero Hijo de Don Bosco, lo guió durante toda su vida para entregarse al bien de los jóvenes, especialmente con aquellos los llamados a servir en la Sociedad Salesiana. Animado por el celo misionero, se ha dedicado siempre al servicio humilde y discreto, ofreciendo en toda circunstancia su disposición para realizar la misión que le ha sido encomendada, en cualquier parte del mundo. Cultivó una fuerte y filial devoción a María Auxiliadora y quizás no sea casualidad que fuera llamado al cielo no lejos de la Santa Casa de Nuestra Señora en Loreto. Fue y sigue siendo un testigo luminoso de vida consagrada y salesiana, que sin duda puede ser un modelo para quienes dan hoy sus primeros pasos en la formación salesiana’.
El padre Ivo Coelho Consejero General para la Formación afirmó sobre él:‘nos ofreció el maravilloso ejemplo de una vida salesiana vivida con sencillez y serenidad. Le extrañaremos’.