Desde la Pontificia Universidad Lateranense de la Ciudad del Vaticano, el pasado 9 marzo a través de S. E.R. el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, la Santa Sede ha expresado su disponibilidad para actuar como interlocutora e intermediaria desde el frente diplomático, en un posible proceso de paz entre Ucrania y Rusia, ante la gravedad de ese conflicto el funcionario apostólico, ha afirmado la necesidad de hacer todo lo posible para detener la guerra, e interrumpir el conflicto, pues siempre hay una solución a través de las vías diplomáticas (Fuente: Vatican News)

El cardenal ha insistido en el rol de mediación de la Santa Sede, pero ha precisado que la intención es no interferir en los otros intentos en de paz en curso. Reiteró que hay que hacer de todo para detener la guerra, que no parece terminar y que, en cambio, muestra una cara cada vez más cruel, como lo reveló el bombardeo al hospital pediátrico de la ciudad Mariúpol al cual ha calificado como contingencia ‘inaceptable’.

Para el cardenal Parolin es esencial y urgente detener la guerra, llamar la cese de la violencia e iniciar negociaciones que permitan encontrar soluciones, las cuales, si bien el espacio para realizarlas es limitado debido al distanciamiento cada vez más evidente entre ambas naciones, considera, a pesar de ello,  que aún son posibles si hay buena voluntad y disponibilidad de de las partes para de llegar a compromisos, si realmente el objetivo que se quiere alcanza es de la paz.

Además ha mantenido una llamada telefónica el 8 de marzo con Sergei Lavrov ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, donde le ha exhortado a “Que cesen los combates”. El Cardenal Parolín aclaró que en la llamada no se habían dado garantías y no había ofrecido certezas sobre temas como los corredores humanitarios.

Hasta el momento la Santa Sede no ha recibido respuesta a este ofrecimiento y los ataque se ha intensificado con el tanto sobre Kiev, ciudad capital de Ucrania.