Los días sábado 30 y domingo 31 de octubre, se concretó la iniciativa de un Congreso dedicado a la persona del padre Pablo Albera, Rector Mayor durante el periodo de 1910 a 1021, nacida de colaboración mutua del Instituto Histórico Salesiano (Instituto Istorico Salesiano - ISS), la Universidad Pontificia Salesiana (Università Pontificia Salesiana-UPS) y los Salesiano de Don Bosco: el Congreso Internacional “Don Paolo Albera” (Fuente: el Congreso).

El padre Stefano Martoglio, Vicario del Rector Mayor, padre Ángel Fernández Artime, presidio la apertura y dirigió un primer saludo en representación del X Sucesor de Don Bosco a los participantes, además subrayó la importancia de hablar sobre Pablo Albera, destacando y diferenciado la importancia de su contribución "personal" e "Institutcional", al carisma y a la Congregación.

El Stefano fue presentado a la asamblea por el padre español Pedro Ruz Delgado, Secretario del Congreso, quien ofreció la introducción al encuentro y presentó a los moderadores del mismo, los catedráticos Angelo Giuseppe Dibisceglia -quien dirigió la primera jornada y dio lectura a los datos biográficos básicos del padre Albera - y Maria Lupi - quien dirigió el segundo día del Congreso-, ambos trabajaron bajo la coordinación del padre Francesco Motto, miembro muy destacado del Instituto histórico Salesiano, la mayoría de los ponentes poseían el grado de doctorado en diversas ramas científicas historiográficas, sociales, de derecho canónico, pastorales e incluso de comunicación e imagen etc.

Los temas fueron muy enriquecedores, ahondado sobre aspectos de la vida, personalidad, espiritualidad, gobierno, relevancia, contexto histórico, retos y dificultades que enfrentó este sucesor de Don Bosco. Se emplearon diversos recursos del archivo historiográfico: boletín, fotografía, documentos producidos por el mismo Albera, o que eran referencias fidedignas su destacada trayectoria en el mundo salesiano, y que llevaron y ayudaron a profundizar sobre su persona y de muchos otros salesianos que fueron sus contemporáneos, algunos compañeros, otros a quienes guió y sostuvo como Don Bosco lo hubiera hecho en su lugar, procurando el mantenerse fiel al carisma y la Iglesia, aún a pesar de las situaciones más adversas que se le presentaron .

Inició este interesante recorrido el padre Thomas Anchukandam, Director de la ISS, quién describió el contexto histórico, los modelos sociopolíticos y económicos imperantes, las ideologías dominantes, las congregaciones y ordenes religiosas de aquel momento, la tarea apostólica y misionera de la Iglesia en aquella época, la Gran Guerra, la creación del Nuevo Código de Derecho Canónico etc. y otros datos y hechos que rodearon, influyeron, motivaron o afectaron a la persona del padre Albera.

Prosiguió el padre Stanislav Zimniak, salesiano polaco, doctor en historia, quien habló sobre el rectorado de padre Pablo Albera, su gobierno y un programa que impulsó, fiel al espíritu de Don Bosco. Zimniak detalló como a la muerte de primer sucesor de Don Bosco, del padre Miguel Rúa, el buen padre Albera tuvo que encabezar la convocación al XI Capítulo General, celebrado en 1910, en el cual fue electo desde el primer escrutinio por la mayoría de los miembros de la asamblea. Él mismo –destalló el p. Stanislav- se preguntaba si podría ser capaz de mantener el genuino espíritu del fundador. Así y sin sentirse el más idóneo para el cargo, se dedicó a un trabajo programático que asumió del padre Miguel Rúa.

Con empeño y buen trato logró trasformar la Congregación y expandirla en momentos muy desfavorables, conservando los elementos fundamentales de la Sociedad Salesiana, muy a pesar de que tener que enfrentar grandes cambios u conflictos bélicos como la Gran Guerra, destacó el padre Zimniak, quien recalcó que el p. Albera tuvo la visión y la capacidad de ser un Don Bosco más, sin renunciar a sus cualidades y dones personales, sino aportando desde su perspectiva innovadora y renovadora.

Después de un breve receso, el padre Motto presentó las cifras de la Congregación en los años que constituyeron el periodo de gobierno del padre Albera, ofreció la numeralia del crecimiento de los salesianos, obras, misiones, años, alumnos, destinatarios etc., que se dieron durante la guía del 2º Sucesor de Don Bosco.

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Más tarde sor Grazia Loparco, FMA catedrática de la Facultad "Auxilium", presentó los aporte de Pablo Albera que consolidaron la transformación del Instituto de las Salesianas durante su rectorado, quien les procuró sacerdotes para poner a su alcance los sacramente. Hacia 1911 estuvo atento a la aprobación canónica del Instituto de vida consagrada. Estuvo pendiente del Capítulo General VII (1912) de las FMA. Hacia 1917, procuró el cuidado de la espiritualidad, identidad carismática y fidelidad al espíritu del fundador entre las salesianas, de acuerdo al estilo salesiano, y a la normatividad de la vida de la Iglesia de aquel entonces, apoyando incluso a las religiosas desde la economía, fueron estas parte de explicaciones y conclusiones de Sor Loparco.

Más tarde y casi para concluir la jornada el salesiano Coadjutor Iván Ariel Fresia, eminente Catedrático Argentino, doctor en historia, presentó en español, desde su país y vía la plataforma Zoom, cómo fue el desarrollo y expansión misionera de la Congregación durante en el rectorado del padre Albera, en especial en América Latina, los aspectos de diversificación de la obra de Don Bosco en Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Colombia etc. y cómo logró avanzar su influencia las diversas regiones, a través del trabajo educativo-pastoral en realidades muy diversas, sobre todo marginadas, manteniendo a la vez estrecha relación y cercanía, al grado que el Padre Pablo realizó visitas a cada una de las comunidades presentes en nuestro Continente, aún las más alejadas, ejercitando un rol de acompañamiento, atención y procuración formativa pastoral, sin precedentes, al grado de ir a encontrarse con los hermanos en los mismos territorios de misión. Explicó Ariel Fresia.

Por último - ese primer día- el padre Francesco Motto presentó algunas de las condiciones que entre 1914 y 1915, específicamente durante la Gran Guerra, que el padre Albera tuvo que afrontar. Se especificó que la mayor contribución que el padre Albera, afirmaba podían ofrecer los salesianos a su nación - a quienes el Gobierno Italiano llamaba a pelear al frente de batalla- era la educación de a juventud.

El p. Motto destacó como los salesianos asumieron su reclutamiento como soldados, capellanes castrenses, enfermeros militares, y como el o. Albera les dio seguimiento apoyándose en el directores e inspectores. Además escribió miles de cartas para sostener moralmente a los salesianos, procuró gran delicadeza en lo referente a las situaciones de sus estados de conciencia y la guerra etc. Se apoyó en el boletín salesiano para animarles y hacerse cercano brindándoles esperanza, con paternal apreció.

Se explicó en el Congreso que era grande la complejidad de las responsabilidades, a las que tenía que responder un hombre menudo y tranquilo como el padre Albera, pero él supo, inspirado por Dios, dar guía, logrando formar y forjar grandes salesianos, Obispos, misioneros y santos, en un periodo muy difícil: el beato Mons. Ferrando, Mons. Pasotti, Mons. Giovanni Lucato, el padre Crespi, los padres y Siervos de Dios Carlo Braga y Costantino Vendrame, en China Garelli y Cucchiera, en Brasil Albisatti. En la india Mons. Mathias, o en Francia el beato Arribat. Además el clérigo Renato Ziggiotti, quien llegaría a ser Rector Mayor, después de haber tenido que servir como teniente de artillería, quien incluso fue ascendido a capitán tras sufrir heridas de combate etc.

Más adelante y desde Jerusalén, participó el Padre Ivo Coelho, Consejero General de la Formación, quien después de saludar a los participantes, habló sobre la riqueza del Congreso, de lo que significa poder reflexionar sobre la vida del padre Albera. Después de resumir a grandes rasgos lo visto en el primer día del Congreso, declaró clausurado el primer día del Encuentro, los ahí reunidos hicieron una oración final.

Al día siguiente participaron: La moderadora y catedrática Maria Lupi, quien sedió la palabra al padre Joe Boenzi de la Universidad de Berkeley, E. U. que habló a través de Zoom ™, sobre la espiritualidad de Don Bosco, de San Francisco de Sales, en especial en la formación, desde el trabajo de Pablo Albera, como director espiritual de la Congregación Salesianas.

Posteriormente el padre Aldo Giraudo, catedrático y doctor en historia de UPS, se centró en describir y explicar el ‘Manual del Director’ elaborado por el padre Albera, desarrollado en una época en la que él no gozaba de buena salud, sin embargo se dio a la tareas a recopilar y sistematizar todo lo útil para asumir la misión directiva, en especial se empeñó en desarrollar las orientaciones para los directores, inspectores a nivel formativo y espiritual. No eran simples orientaciones prácticas sino líneas guías que partían del ejemplo de Don Bosco, de esto se tiene conocimiento, debido a lo que narra él mismo Albera en su diario espiritual, según dio a conocer el padre Aldo.

El Padre Albera procuró establecer unas guías de actuación en perspectiva de la caridad fraterna, acordes a la fidelidad del espíritu de Don Bosco, con el fin superar muchas carencias en las comunidades y manteniendo tres principios básicos y rectores para los superiores: “Perdona, Soporta y Reza”, subrayó el padre Guraudo.

Al concluir el p. Aldo, correspondió el turno como ponente a Sor Eliane Petri, FMA, quien presentó su disertación sobre la contribución formativa del padre Pablo Albera, al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, como fue el promover una robusta vida de ascesis, de oración, y destacar la relación de la caridad como fundamento en la relación de las comunidades de las FMA.

 

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El padre salesiano Jesus Pudumai Doss, doctor en Derecho Canónico, de la Universidad de Ottawa Canadá puso en evidencia la relación de las configuración de las Constituciones salesianas de 1921, y la incorporación en el ámbito religioso de las normas del Código de Derecho Canónico de 1917, y explicó como el padre Albera pudo consolidar las modificaciones pertinentes a lo prescripto por la Iglesia, manteniendo el carácter original del espíritu salesiano, este trabajo inició con la circular de la convocatoria al Capítulo General XII que dispuso el padre Albera en su momento.

Albera de acuerdo a la ponencia del padre Pudumai, puso al día la regla salesiana en cuando gestión y rendición de cuentas, poniendo de relieve y creando la figura del Ecónomo Inspectorial, las administración de bienes, la relación de la Congregación con la Santa Sede respecto a los obispos diocesanos en la tarea de promover el bien y la ecuación de los jóvenes más pobre y necesitados, el ejercicio del gobierno interno, la admisión y formación de nuevos miembros según las regulaciones de la Iglesia, estableciendo un modelo a seguir para otras congregaciones y ordenes religiosas.

Concluida la intervención del padre Jesus, correspondió el turno al docente dr. Giovenale Dotta director del Archivo Central Giuseppino en Roma, quien afirmó que el Boletín salesiano se refería a padre Albera del término con el “2º sucesor”, procurando no emplearlo profusamente. Se pusieron de relieve las evidencias que se puede encontrar en el Boletín Salesiano del mes de septiembre de 1910, o en el fascículo del mes de octubre del mismo año, si bien Albera no deseaba publicidad, como se tratase de una imagen de autoridad que anima la vida de la obra salesiana entera, encaró sus obligaciones como tal. Se impulso así la trasmisión de su estilo de gobierno paternal, parco, sencillo, pero comprometido, cercano y amable.

De acuerdo a las palabras de Dotta el Boletín Salesiano, comenzó a emplear imágenes de muy alta calidad para su época, narrando las visitas a las diversas presencias salesianas tanto de Italia como fuera de ella. En el Boletín Salesiano no. 11 de octubre de 1911, se informaba de Don Albera en el mundo, ilustrando y acompañando los relatos con buenas fotografías, por ejemplo, de su viaje para participar en el Primer encuentro Internacional de Exalumnos de Don Bosco, así como muchos otros detalles de su gobierno. El profesor Dotta presentó una serie de imágenes -no siempre en orden cronológico detalló- que secuencialmente llevaron hasta el anuncio en el Boletín de diciembre de 1921, del deceso y las exequias del padre Albera.

Del mismo modo, pero en base al análisis fotográfico, de estilo, contexto, intencionalidad entre otros aspectos, comunicativos el Salesiano Coadjutor Paolo Vaschetto, trató el tema de las imágenes históricas, algunas inéditas referentes la vida de Pablo Albera. Mostró muchas coincidencias en cuando disposición, estilo y pose que parecían imitar fotos famosas de Don Bosco, pero Vaschetto explicó que todo se trataba de la concepción que en la mente y trabajo de los profesionales de la fotografía se fue modificando en el sentido de proyectar actitudes y la personalidad religiosa de los sacerdotes, hasta llegar a una escuela de la imagen más ‘realista’ y natural, que muestran a un padre Albera muy diferente, sin poses con la máxima espontaneidad y la sencillez personal que le distinguía.

Por su parte el padre Petr Zelinka, director del Archivo Central Salesiano, presentó los documentos de identidad y datos personales del Padre Albera, así como escritos de su autoría, que al analizarlos ponían de manifiesto las relaciones que tenían con los diversos hechos de su vida, por ejemplo, cuando fue responsable de las obras en Francia, escribía sus anotaciones en el lenguaje galo, idioma que apreciaba mucho por su elegancia. También al vivir en suelo británico escribió en inglés, y en el tiempo que permaneció en su país natal Italia, el padre Albera se plasmó sus reflexiones en lengua italiana.

Hombre estudioso y docto, pero muy sencillo, el padre Albera se adaptó a cada realidad, sus escritos como cartas y circulares, revelan las diversas relaciones y situaciones que vivió, por ejemplo: su escrito donde relata la visita a las comunidades de América, explicó el padre Zelinka

Ya casi para concluir el padre Ivo Coelho felicitó a los organizadores y participantes, les saludo a través de Zoom desde Jerusalén, congratulando por el buen termino del Congreso y el gran trabajo de los catedráticos ponentes.

Fue el eminente Dr. en Historia Andrea Riccardi, Fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, reconocido investigador italiano, quien para cerrar el Congreso ofreció una conclusión que expresó la importancia la figura de padre Albera y de su rectorado en la vida de la Congregación Salesiana.

Cabe señalar que el número máximo de participantes el primer día, conectados desde diversas partes del mundo, llegó arriba de los 140 a través de Zoom y cerca de 413 seguidores en Youtube, sin contar los presentes en la sala de conferencia.

El segundo día llegaron a un máximo de 103 usuarios en Zoom y 305 a través de Youtube, nuevamente sin contar los presentes en el aula que fue el escenario de las ponencias. Cabe destacar que entre los oyentes estuvó presente por parte de la inspectoría de México-México, el padre Juan Aarón Cerezo Huerta, Director de la Comunidad de San Miguel Arcángel en Puebla, especialista en Psicología Educativa quien felicitó a los ponentes.

También participaron miembros de otros grupos de la familia Salesiana tanto de México Sur como de México Norte, entre Hijas de María Auxiliadora y Salesianos Cooperadores.