La imagen de Nuestra Señora de Fátima, es una escultura diseñada y creada bajo las instrucciones de la Sierva de Dios Sor Lucía dos Santos, quien en su niñez, junto con sus primos (hoy santos) Jacinta y Francisco Marto fueron protagonistas de las apariciones de la Virgen María, ocurridas durante el año de de 1917 en Portugal. La venerable reliquia llegará a la Basílica de San Juan Bosco de Roma el 30 de septiembre de 2023 (mismo día en que le Rector Mayor será consagrado como Cardenal en Roma). La imagen de la Madre de Cristo, quien frecuentó a Sor Lucía durante su vida. para fortalecerla en su misión, permanecerá en la Basílica hasta el 15 de octubre.

El peregrinar de este venerable retrato en escultura de la Virgen de Fátima inició su recorrido por el mundo en el año de 1947 y desde entonces nos recuerda su mensaje de conversión, paz y amor, a favor de la salvación de la almas y al amparo de la reparación de las ofensas que Jesús padece, con el don de la consagración a su Inmaculado Corazón y su presencia materna siempre atenta para el beneplácito y consuelo de sus hijos más pobres y desamparados

El padre Roberto Colameo, DB, párroco de la Basílica comentó a los medios salesianos: "Es un momento histórico para nuestra comunidad parroquial, para la diócesis y para la Familia Salesiana… será bonito acogerla, rezándole, por el don de la paz. Es un momento de gracia. Y será bonito recordar cuánto acompañó la Virgen María la vida terrena de Don Bosco: empezando por el sueño de las dos columnas, con la Fuente Inmaculada de la Salvación, y la manifestación de la imagen de María en Spoleto. Dos pasos fundamentales para la devoción a María Auxiliadora, fundamento del carisma salesiano".

La comunidad que acoge esta insigne imagen ha organizado encuentros de oración, rezo del Santo Rosario y la meditación de los misterios de la Vida, Pasión y Resurrección del Señor. Los responsables de la Basílica del 30 de septiembre al 15 de octubre, han dispuesto encuentros de adoración al Santísimo Sacramento, vigilias eucarísticas y marianas, celebraciones penitenciales, Vía Crucis y procesiones de antorchas para unirse y vivir la espiritualidad del Santuario de Fátima.

(Fuente ANS)