De acuerdo a los medios del Vaticano una de las personas a las que el Papa Francisco dirigió un agradecimiento fue a al enfermero Massimiliano Strappetti su asistente personal de salud, testigo de sus últimas horas, quien el día 20 de abril, le animó a dar el último paseo en el Papamóvil el domingo tras dar su mensaje y bendición ‘Urbi et Orbi’, el Santo Padre tuvo descanso por la tarde, tuvo una cena tranquila, pero al amanecer presento complicaciones, vino el coma, su fallecimiento repentino, una día después de haber saludado al mundo entero tras una largo tiempo de ausencia (Fuentes: Vaticano, OPSS, Vatican Media y Vatican News).

Massimiliano ya había intervenido antes para salvarle la vida cuando en 2022 le sugirió ser operado de colon tras lo cual le designó  como su asistente sanitario personal. Strappetti, según relata Vatican News, estuvo a su lado las 24 horas, durante los 38 día que permaneció en el Policlínico Gemelli , también durante su convalecencia en la Casa de Santa Marta, incluidos el Domingo de Pascua y durante la bendición  ‘Urbi et Orbi’, él mismo repasó el recorrido un día antes de que el Pontífice se dejase ver en la 'Logia de las Bendiciones'.

Ante cerca de 50 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro deseaba dar una de sus habituales sorpresas a la gente, y con cierto temor preguntó a su enfermero ‘¿Crees que podré hacerlo?’, Massimiliano le tranquilizó y así realizó su último recorrido entre abrazos y saludos a los integrantes de esa enorme multitud, pero en especial a los pequeños, a los niños, a los que en su fragilidad se asemejaba. Tras esta última aventura Francisco agradeció a Strappetti: ‘Gracias por traerme de vuelta a la Plaza’.

Tras descansar cenó, fue a la cama y fue que a las 5:30 presentó complicaciones su personal le atendió, estaba en la segunda planta de la Casa Santa Marta, paso una hora y tras saludar a Strappetti, recostado en su lecho entró en coma, “no sufrió pues todo fue muy rápido” afirmaron quienes le atendían

Fue una partida como él la había pedido a Dios, según narran quienes le conocieron, así prosiguió su caminar al cielo, el Pontífice que hizo “lío” y estuvo siempre en “camino” de la mano de su pueblo, el Pueblo de Dios y de la mano de María, un Papa Jesuita, un protector de la niños, de los pobres, de los ancianos, de los migrantes, de la mujer, de los apartados, de las minorías, que luchó contra el descarte, que se enfrentó contra la discriminación, quien pidió perdón a los pueblos originarios, un papa latinoamericano, y aún más “un Papa americano”, ecologista y trabajador social de Dios, venido del “fin del mundo” un gran argentino, un “hincha” del fútbol que le gustaba compartir el mate, con corazón salesiano que canonizo a su tío Artémides Zatti, que seguro lo verá en el cielo... un hombre que nunca ambicionó ser lo que era Papa...que deseaba estar de vuelta en la Plaza.